Eutanasia es la actuación que causa la muerte a un ser humano para evitarle sufrimientos. Es siempre una forma de homicidio, pues implica que un hombre da muerte a otro, ya sea mediante un acto positivo (eutanasia activa), o mediante la omisión de la atención y cuidados debidos (eutanasia pasiva).
No es eutanasia en sentido verdadero y propio acciones u omisiones que no causan la muerte por su propia naturaleza e intención. Es el caso de la “ortotanasia”, consistente en dejar morir a tiempo, con dignidad y en paz, sin el uso de medios desproporcionados o extraordinarios.
La muerte no ha de ser causada,
pero tampoco absurdamente retrasada
En este espacio se recogen algunos documentos publicados por la Conferencia Episcopal Española y la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la eutanasia y el acompañamiento en la etapa final de la vida. Además de los vídeos con declaraciones del Presidente y del Secretario general sobre este tema.
Artesanos de vida y esperanza
Pedimos una buena muerte
El ser humano es un ser de eternidad, de llamada a la eternidad y al amor
El sí a la dignidad de la persona
No hay enfermos «incuidables», aunque sean incurables
La muerte no es la solución, la Iglesia apuesta por la vida
La Conferencia Episcopal hace pública el 11 de diciembre de 2020 una nota ante la aprobación en el Congreso de los Diputados de la ley de la eutanasia con el título, «La vida es un don, la eutanasia un fracaso
La vida es un don, la eutanasia un fracaso
El mismo día, a las 12.00 horas, las diversas confesiones religiosas con presencia en España celebran el encuentro interreligioso “Artesanos de vida y esperanza”.
“Artesanos de vida y esperanza”
Los obispos miembros de la Comisión Ejecutiva reflexionan sobre este «grave asunto que pone en cuestión la dignidad de la vida humana» en esta nota hecha pública el 14 de septiembre de 2020.
Nos recuerdan que:
Sembradores de Esperanza
La Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida presentó el 4 de diciembre de 2019 el documento “Sembradores de esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida”.
El documento pretende ayudar con sencillez a buscar el sentido del sufrimiento, acompañar y reconfortar al enfermo en la etapa última de su vida terrenal, llenar de esperanza el momento de la muerte, acoger y sostener a su familia y seres queridos e iluminar la tarea de los profesionales de la salud.
«Samaritanus bonus»
Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe
«sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida«,
aprobada por el papa Francisco el pasado mes de junio y publicada el 22 de septiembre de 2020.
La Eutanasia. 100 cuestiones y respuestas
Respondiendo a algunos tópicos…
“Yo pido la eutanasia para mí y no se la impongo a nadie”
La eutanasia se presenta como un acto individual sin ninguna repercusión social.
La legalización de la eutanasia precipitaría graves consecuencias sociales. Los más débiles estarían más desamparados; los ancianos y los enfermos se verían arrastrados a pensar que son menos dignos y valiosos; algunos incluso podrían ser fácilmente eliminados sin su consentimiento y se introduciría un factor de desconfianza en la familia y en los profesionales de la medicina.
“Mi vida es mía y hago con ella lo que me da la gana”
Cierta cultura actual considera al hombre como el único actor de su vida.
La vida es nuestra, pero no está a nuestra disposición como si fuera una finca o una cuenta bancaria. Curiosamente se afirma la autonomía personal para poder acabar con esa autonomía.
La vida es digna porque tiene su origen y destino en Dios. El carácter trascendente de la vida, como el de la libertad, se muestra en que no podemos renunciar dignamente a ninguna de las dos.
“La vida ya no es digna si no tiene «calidad»”
Hoy se maneja un concepto de dignidad que la identifica con calidad de vida y se entiende que una vida de calidad es una vida sin sufrimiento. Se produce una identificación creciente entre la vida misma y la llamada “calidad de vida”, medida sobre todo por criterios de bienestar físico, de posesión y de prestigio social. Según esto, la vida débil, enferma o sufriente, no podría ser en modo alguno una “vida con calidad”.
Por mucha confusión que se quiera crear, no hay dudas sobre este tema, puesto que se trata de quitar la vida a una persona, aunque sea con su consentimiento.
Otros documentos
La familia, santuario de la vida y esperanza de la sociedad
Instrucción pastoral de la Asamblea Plenaria de la CEE
27 de abril de 2001
La eutanasia es inmoral y antisocial
Declaración de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española
19 de febrero de 1998